Hablar de decentralización, autonomía o independencia está considerado como un acto de traición. Es realmente dificil entender esa lógica que está basada en el miedo. Los Turcos, especialmente los nacionalistas creen que la nación turca existe y existirá solomante si el Estado es unitario.
¿Como dar un sentido a tal razonamiento que excluye de manera, a menudo, inhumana las minorías ? ¿Es realmente imposible establecer un Estado que sería capaz de garantizar los derechos a todos los ciudadanos sin dinstinción?
Pocas cosas en la vida pueden considerarse como una fatalidad, pero la situación de las minorías en Turquia no es una fatalidad. La transformación del Estado turco es necesario para poder resolver los problemas que impiden Turquia que sea un Estado de derecho. Hoy en día, un Estado de derecho podría dificilmente ser un Estado unitario que favorece generalmente la idea de una sola nación, un solo idioma y una sola cultura. Turquia con su población que forma una diversidad de pueblos, idiomas y culturas no puede sobrevivir más con una forma de organización estatal unitaria.
No se trata de dividir el territorio turco que incluye también una parte del Kurdistán, la idea es permitir a las minorías de obtener más autonomías afin de mejorar las condiciones de su vida diaria y futura. Obviamente, tal autonomía supone mas derechos que constituyen los derechos básicos.
Adaptando un Estado de las autonimías como España, Turquia podría convertirse en un Estado de derecho, más democrático y sobre todo más viable. Sin embargo, si Turquia prefiere mantener su modelo existente, el riesgo de un conflicto interno, para no decir una guerra civil, es bastante alto. Hoy en día, las reivindicaciones de las minorías se hacen de manera más organizada y con más medidas poderosas, entonces Turquia debería pensar en reformas serias para garantizar su futuro.
En todo caso, Turquia tiene la posibilidad de aparecer como un Estado unitario formalmente pero profunizando la decentralización como lo destacó Osman Baydemir, el Alcalde de Diyarbakir (Norte del Kurdistán), en una de sus intervenciones. Tal proyecto satisfacería más o menos los nacionalistas turcos que sacralizan la unidad del país y las minorías, en particular los Kurdos.
Un dialogo serio con el apoyo de los partidos políticos (DTP, CHP, DP, AKP, MHP) es indispensable al nivel nacional para llevar a cabo este proyecto de democratización y de paz.
Feyîyê Teyran.
¿Como dar un sentido a tal razonamiento que excluye de manera, a menudo, inhumana las minorías ? ¿Es realmente imposible establecer un Estado que sería capaz de garantizar los derechos a todos los ciudadanos sin dinstinción?
Pocas cosas en la vida pueden considerarse como una fatalidad, pero la situación de las minorías en Turquia no es una fatalidad. La transformación del Estado turco es necesario para poder resolver los problemas que impiden Turquia que sea un Estado de derecho. Hoy en día, un Estado de derecho podría dificilmente ser un Estado unitario que favorece generalmente la idea de una sola nación, un solo idioma y una sola cultura. Turquia con su población que forma una diversidad de pueblos, idiomas y culturas no puede sobrevivir más con una forma de organización estatal unitaria.
No se trata de dividir el territorio turco que incluye también una parte del Kurdistán, la idea es permitir a las minorías de obtener más autonomías afin de mejorar las condiciones de su vida diaria y futura. Obviamente, tal autonomía supone mas derechos que constituyen los derechos básicos.
Adaptando un Estado de las autonimías como España, Turquia podría convertirse en un Estado de derecho, más democrático y sobre todo más viable. Sin embargo, si Turquia prefiere mantener su modelo existente, el riesgo de un conflicto interno, para no decir una guerra civil, es bastante alto. Hoy en día, las reivindicaciones de las minorías se hacen de manera más organizada y con más medidas poderosas, entonces Turquia debería pensar en reformas serias para garantizar su futuro.
En todo caso, Turquia tiene la posibilidad de aparecer como un Estado unitario formalmente pero profunizando la decentralización como lo destacó Osman Baydemir, el Alcalde de Diyarbakir (Norte del Kurdistán), en una de sus intervenciones. Tal proyecto satisfacería más o menos los nacionalistas turcos que sacralizan la unidad del país y las minorías, en particular los Kurdos.
Un dialogo serio con el apoyo de los partidos políticos (DTP, CHP, DP, AKP, MHP) es indispensable al nivel nacional para llevar a cabo este proyecto de democratización y de paz.
Feyîyê Teyran.
